miércoles, 5 de junio de 2013

Coffee and Ride Volumen VII

No hay nada como después de todo el día trabajando, salir a dar pedales durante un par de horas y sin importar que se haga de noche.

Un momento perfecto para pensar que llevamos ya 7 Coffee and Ride consecutivos y que si los cálculos no fallan habrán pasado casi 100 personas diferentes por alguna de nuestras citas de los domingos.
Hay momentos en los cuales no hay nada mejor que rodar solo por lo relajante que puede ser y la de ideas que te pasan por la cabeza en la soledad de la carretera.
De días así surgió la idea de Coffee and Ride porque hay que admitir que rodar solo tiene su punto, pero no hay nada como rodar en grupo junto a gente que tiene en común su afición por el ciclismo en todas sus interpretaciones.
Salir a rodar en grupo es completamente diferente y solo el hecho de quedar con más gente, conocer nuevas personas y compartir una afición hace que montar en bicicleta sea increíble.
Hemos conseguido crear una gran base y cada domingo más gente se une a disfrutar de las salidas.
Llegado a este punto queremos seguir evolucionando, porque desde algo que parecía tan simple como quedar a rodar en grupo se pueden hacer muchas cosas.

Dentro del grupo sabemos que hay gente con muchas ideas, así que os invitamos a compartirlas.

Sin ir más lejos y sabiendo que el calor del verano está cerca, tendremos que pensar en opciones para no salir con elevadas temperaturas, quedar antes por ejemplo o hacer algo especial un día señalado como una salida nocturna.
Llevo saliendo todo el invierno con un potente foco aunque las farolas del carril en muchos puntos hacen que no sea necesario, así que conseguiremos más focos y escaparemos del calor haciendo una ruta especial. Por la noche el carril es increíble. 






















Después de esta introducción no me extenderé mucho sobre la salida del pasado domingo, pero se puede resumir en dos palabras: reto superado.

Cuando empezamos la ruta que planteábamos eran aproximadamente 40 km parada y otros 40 km de vuelta. Muchas personas no se veían haciendo por primera vez esa distancia y se sorprendieron viendo que eran capaces. Otros que si sabían que lo eran descubrieron que jamás lo habían hecho a tanta velocidad.


























 


 
El domingo pasado dimos un paso más porque la mayoría de los 33 que salieron de La Bicicleta tras un pequeño agrupamiento en Soto, subieron hasta Manzanares el Real.

Un tramo extra de aprox 20 km en subida que supone un reto extra y la satisfacción que eso conlleva. Vamos que nuestro objetivo de bañarnos en la pedriza está más cerca que nunca.

El tramo discurre por carretera convencional, fuera del carril y se ha de subir por el arcén.
El grupo no tuvo ningún problema en subir en fila india hasta la gasolinera de Manzanares  y eso que alguno que otro era la primera vez que salía del carril por una carretera, donde cambia mucho y hay que extremar la prudencia.

Después de una parada para descansar y hacerse alguna que otra foto para celebrar los kilómetros de subida, echarle un vistazo a las fotos etiquetadas en instagram, se comenzó con el camino de vuelta agrupándose con el resto.
Nos hubiese gustado comentar que la bajada y vuelta a Madrid fue como siempre, rápida, con diferentes grupos, etc, pero hoy tenemos que hablar del primer percance desde que empezamos a salir.

Nada grave y dentro de lo que puede pasar cuando montas en bicicleta.
Nuestra amiga Lidia en un tramo casi ya terminado el carril  y sin ser una zona peligrosa, perdió el control del manillar al resbalarse una de sus manos.
 
Unos cuantos rasponazos en las rodillas y alguna zona más (el casco es una elección, pero en el carril es muy recomendable) que no impidieron a Lidia, eres una chica dura de verdad, llegar hasta la gasolinera de Fuencarral donde se pudo realizar las primeras curas y luego seguir pedaleando hasta La Bicicleta donde con ayuda de más vendas y betadine  terminó de curarse las heridas.
Gran parte del grupo se vino a La Bicicleta para lo que ya se ha convertido en un clásico, el after ride con una cerveza o refresco bien frio.
El domingo pasado conseguimos ver finalmente el documental Fixation, que aunque no resulto ser gran cosa fue una excusa para seguir de risas y disfrutando un rato más de la salida.

Terminado el documental y con un hambre tremenda nos fuimos a la plaza Mayor para disfrutar de unos clásicos bocatas de calamares y tortilla finalizando un día casi perfecto, si no llega a ser por la caída de Lidia.
Aunque para ella caída incluida sí que lo fue, porque pese a todo no dejaba de sonreír e incluso no se quiso privar de un buen bocata y se vino con el grupo olvidándose de sus heridas.
Coffee and Ride es mucho más que montar en bici… nos vemos el próximo domingo en Coffee and Ride.

Ah no me quiero olvidar de otro momento del que me da mucha envidia. Nuestro amigo Piteras tuvo una visita especial este fin de semana, su padre, con el que comparte afición por la bici.
Ya me gustaría ver a mi padre dando pedales como todo un campeón junto a mi, un abrazo Elías y Piteras, que grandes sois.

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2 comentarios:

  1. no hay ninguna mencion para el gallego que se hizo los 80 kms en baqueros y mochila y con la misma se fue a meterse 600 km de bus??!! hahaha

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  2. Perdóname Fran aquí el que escribe tuvo que abandonar a medio camino por un percance sin importancia y mis compañeros de batalla se olvidaron mencionar la hazaña :) aunque la gorda es meterse los 600 km hasta Galicia en bus y eso que la carretera ya no es lo que era. Un abrazo y te esperamos la próxima pero sin mochila y con cullote.

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